martes, 16 de marzo de 2010

eh!! despierta!!

-¡Abre los ojos!-
Desperté sobresaltada sin saber muy bien qué ocurría.
Si, seguía allí, en ese lugar.
Todo verde, luces bonitas y agradables sonidos del viento. Pero estaba asustada, empezaba a extrañar el ruido de los coches, mi madre gritando que recoja la habitación...
¿dónde estaba?
Como leyendo mis pensamientos una voz que sonaba más dentro de mi que fuera me respondió; -¿qué pasa Irene, no conoces este lugar? tú lo creaste-

Me di cuenta de repente de que conocía aquel sitio, solo había estado una vez y todo seguía igual.
El sol colándose por entre los árboles me acariciaba mis mejillas, la hierba aun húmeda jugueteaba con mis dedos y de pronto... Si! allí estaba, mi columpio, mi columpio colgado a la sombra de aquel árbol que tantos secretos guardaba. Sentí unas ganas tremendas de subir a el pero cuando me quise levantar mi cuerpo no respondía.

La voz me habló.
-Pero que tonta eres!, no te das cuenta que estás muerta? -