lunes, 20 de septiembre de 2010

Qué me dice!

-Como se lo cuento caballero.
El joven paciente que vino a mi consulta la semana pasada, llegó con los siguientes síntomas;

Exceso de pensamiento, irracional por supuesto, sudoraciones en las palmas de las manos con el añadido de "tiks" nerviosos.
Palpitaciones que en caso extremo, pueden derivar en taquicardias si no se controlan a tiempo.

Me comentó, que en ocasiones perdía la razón y que en actos que él creía de valentía, llegaba a cometer tremendas locuras.

- ¿Y cómo dice usted que se llama esa enfermedad?
- Amor. Fíjese, qué palabra tan bonita para una desgracia de tal magnitud.