martes, 30 de noviembre de 2010

Desde luego...

¿Cómo podía odiar tanto ese ruidito insignificante? La cucharilla removiendo el café.
Él sabe que no lo soporta y lo hace siempre por fastidiarla.

¿Te molesta?

¡No! que cosas tienes,¿lo dices por su cara de uva pasa o por su rechinar de dientes? ¡pues claro que le molesta capullo!
Y encima lo dice con esa sonrisa de medio lado que le saca de sus casillas.
Claro que ella no se queda corta y le echa el humo del cigarro en toda la cara. Jódete cabrón, ojalá te ahogues.
Pero él no se da por aludido, lo aparta soplando y aprovecha para acercarse a su oído.

Me gusta cuando te enfadas, cuando sacas tu genio.

Los dientes debería sacar, pero los tuyos de un puñetazo, por pesado y gilipollas.

Bueno, parece que la cosa se relaja.
Ella le mira y sonríe, suele rendirse pronto. Sabe que si no lo hace, tiene las de perder.
¿De qué le sirven su genio y sus principios, si a la mínima sabe que caerá rendida a sus pies?
Y todo por sus palabras bonitas.
Cree que todo lo que le dice puede llegar a ser real. Pobre ilusa.

Me da lo mismo, ella sabrá lo que hace. es su vida.
Yo por lo pronto voy a terminarme la copa,que he quedado y ya llego tarde.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

en oferta oigan!

- ¿Y dice usted, perdone mi atrevimiento, que este cacharro funciona?
- perféctamente señorita. Es más, yo mismo lo he usado y doy fe de que cumple sus funciones.
- ¿Cómo se conecta?
- Pues mire, solo tiene que dar a este botoncito de aquí, así, y ya se pone en marcha. También puede ponerlo en modo automático y esperar a que alguien lo active por usted.
-¿Cómo?
- Muy sencillo. Solo tiene que conocer a alguien, este alguien le dice cosas bonitas, se preocupa por usted, le presta atención, le escucha, ese tipo de cosas, ya me entiende y de pronto "plin" ya está, conectado.
- A pues creo que me voy a llevar uno. ¿Dónde lo pongo?
- Los que tienen uno dicen que se coloca en el pecho, pero sinceramente, creo que donde mejor funciona es en la cabeza.

Eso si, tenga mucho cuidado, si lo sobrecarga o le alimenta de falsas esperanzas, lo saturará y será muy difícil reemplazarlo por otro.

He dicho difícil, no imposible.

martes, 5 de octubre de 2010

piratillas y pajarracos

La tormenta de aquella noche los había pillado cerca de tierra firme y los había devuelto al estómago del mismísimo Neptuno.
Los hombres luchaban como podían para recoger las velas y Ella en su camarote, suplicaba a los dioses que fueran benevolentes.

Todo empezó cuando dos lunas atrás encontró el tesoro en aquella isla.
Cien monedas de plata acuñadas con el ojo de un cuervo. Algunos de sus hombres se negaron a tocarlas pero otros, los más rateros, ya se veían rodeados de buenas mujeres, dispuestas a cumplir sus más obscenos deseos.

Los que sabían de aquel tesoro, contaban que a quien diera con el, el dios de los mares lo perseguiría y que en sus sueños sería atormentado por un cuervo.

Ella nunca había creído en esa patochada de leyendas de viejos piratas desdenatados, pero esa misma noche, cuando todo parecía estar en calma, ella dormía, el pájaro voló en sus sueños. Volaba y volaba sobre su cabeza graznando por su pico amenazador hasta que se posaba sobre su hombro y tan solo un instante después, el cuervo le picaba el ojo, ese ojo que despierta no tenía.
Y así noche tras noche.

Pero la tormenta de esta noche que os cuento, parecía ser el fin.
Cuando Ella subió a cubierta, lo primero que vio fue una mancha negra en el cielo, iluminada por un relámpago.
No podía ser, estaba allí. El cuervo que la atormentaba todas las noches, volaba sobre su barco maltrecho.

Y eso solo podía significar una cosa.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Qué me dice!

-Como se lo cuento caballero.
El joven paciente que vino a mi consulta la semana pasada, llegó con los siguientes síntomas;

Exceso de pensamiento, irracional por supuesto, sudoraciones en las palmas de las manos con el añadido de "tiks" nerviosos.
Palpitaciones que en caso extremo, pueden derivar en taquicardias si no se controlan a tiempo.

Me comentó, que en ocasiones perdía la razón y que en actos que él creía de valentía, llegaba a cometer tremendas locuras.

- ¿Y cómo dice usted que se llama esa enfermedad?
- Amor. Fíjese, qué palabra tan bonita para una desgracia de tal magnitud.

domingo, 29 de agosto de 2010

"quien espera, desespera"

Noche cerrada y frío helador. Un silencio, tan solo roto por el silbar del aire entre las ramas.
Siente como poco a poco, con cada bocanada de aire, sus huesos se congelan.
Está solo, es capaz de sentir como su corazón, si es que alguna vez creyó tenerlo, late cada vez mas lento.

“resiste” escucha dentro de su cabeza, pero el dolor y el cansancio son más fuertes. Solo piensa en dormir, en no despertar y descansar para siempre, pero la luna le llama y mirándola con sus ojos casi apagados por la derrota, entiende que ella está allí, que aguarda su llegada.

Sin saber cómo, consigue ponerse en pie y caminando contra el viento, emprende de nuevo la marcha, andando hacia ningún lugar y solo con ella en sus pensamientos.

Sabe que tiene que seguir, que si lucha puede ganar y que si el camino es duro, la recompensa será grande. Se lo decían los Mayores y algún día tendrá que contarlo él.

Pero por más que se dé ánimos, sabe que no es fácil y que antes de llegar a su destino caerá y sobre su caída volverá a caer.

Ni la idea de volver atrás, ni el abrazo dulce de la muerte harán que se rinda. Está claro que luchará, que hará lo posible por conseguir lo que desde el primer día de su vida quiere solo para sí. Estaría dispuesto a dar la vida en el intento si fuera necesario.

martes, 17 de agosto de 2010

¿una frontera?

Dibuja una frontera.
¿cómo?
hazme caso, dibuja una frontera.

La frontera sigue ahí. Intacta, sin haberse borrado lo más mínimo después de tantos años.

El joven volvió a su tierra, a su país, a su patria.
Y la frontera seguía ahí.

Alguna que otra vez, se atrevía a cruzar esa línea que dividía el mundo real del de los sueños. El de los ideales perdidos en alguna batalla.

Él mismo, perdido por su propia inexistencia, no llegaba a entender cuál era su puesto en aquella apestosa guerra y loco de lo que muchos decían ser amor, se perdía por la Tierra de los siete mares, queriendo encontrar a su pirata coja y tuerta.
Aquella que una vez vio contemplando su reflejo en el agua dulce.

jueves, 29 de julio de 2010

una cerveza por favor .

¿Lo de siempre?
Si, lo de siempre.

Me voy con mi cerveza a mi mesa, esa que está en el rincón oscuro desde donde puedo ver a todo el mundo. No es cotilleo, tan solo trabajo de campo.

Saco mi cuaderno y mi lápiz, como siempre sin punta. Me gusta afilarlo cuidadosamente con la navaja. Ya está, lo tengo todo. Nada de goma, lo dibujado dibujado está.

No tengo problema en ocultarme de la vida que allí transcurre, siempre paso desapercibida.
¡Ahí está! puntual como siempre.
Él no sabe ni mi nombre pero no importa, cada día que dibujo sus ojos, puedo leer algo nuevo en ellos.
No es el más alto, ni el más fuerte, pero tiene algo que lo hace diferente al resto.

Siempre de negro, con ojos fríos. Es como si se escondiera de algo o de alguien.

Charla con sus amigos y yo hago mi trabajo. Lo estudio, veo como se mueve, como de vez en cuando sonríe o como agarra el botellín.

Hoy está diferente, anda más distraído que de costumbre y eso altera mi dibujo.
Nunca he cruzado palabra alguna con él y tampoco creo que sepa de mi existencia, pero no me importa, ya sé quien es.

Parece que hubiera subido del mismísimo infierno, como si le hubieran echado por no ser lo que tendría que ser. Eso es lo que nos hace semejantes, a mi me echaron del cielo por no ser políticamente correcta con lo que allí se me pedía.
Desterrada a vivir entre simples mortales, mi existencia se basa en encontrar a los exiliados en la Tierra, a recoger en mi cuaderno la mirada de los perdidos que no entienden qué hacen aquí.

Él es el Elegido. El escogido para dominarnos.
Me ha costado meses darme cuenta de que era él, pero aquí está, dónde sino, en un antro donde esas almas perdidas venimos a encontrarnos.

Solo él conocía su verdadera identidad y ahora, yo también lo sé.

Tu secreto está a salvo conmigo. Ni los de arriba ni los de abajo, sabrán que te he encontrado.
Sabes que algún día me arrodillaré ante ti y detrás de mi, toda la humanidad.

lunes, 19 de julio de 2010

Ella o Yo?

Ella pensaba en su desdicha. Pensaba en cómo perdió su ojo y cómo quedó maltrecha de su pierna.

Fue una noche de tempestad. Sus hombres, agotados por el trajín que en cubierta se desataba, no se dieron cuenta de que a su capitana se le caía el palo de mesana encima. Del impacto fue arrastrada hacia atrás y quedó inconsciente al golpear su cabeza contra el timón.
Lo siguiente que Ella pudo recordar, era ver su rostro desfigurado en un espejo.
A menudo lo contemplaba y nunca veía el mínimo atisbo de recobrar la vista y de que la cicatriz que la desfiguraba el rostro se perdiera entre las mareas.

Un día, durmiendo en su camarote, Ella tuvo un sueño.
Soñó con un amanecer que no era verde, pero que era el más hermoso que había visto hasta el momento.
En el sueño, Ella no estaba en su barco, estaba en tierra firme.
Enterró sus pies en la arena de la playa donde se encontraba. Dios, que sensación tan placentera, arena caliente y la luna acababa de esconderse tímida de encontrarse con el sol.

Caminó y caminó durante horas al ritmo que su pierna dañada le permitía y al final llegó hasta un claro dentro de la isla. Allí vio una cascada de agua dulce y con ganas de refrescarse, dejó su ropa encima de una roca y se metió.
Relajada por todo lo que la rodeaba no se dio cuenta de que el agua entraba en ebullición.
Cuando notó el calor salió de allí y bloqueada por lo que sucedía solo pudo quedarse de rodillas mirando como el vapor la envolvía.

A dos metros de Ella, había algo observándola. Se acercó a Ella y le susurró algo al oído.

De la impresión, Ella saltó de la cama y notando algo extraño en sí misma, fue corriendo a por el espejo que la hacía rechazarse día tras día.

No podía ser. Debajo del parche no había piel muerta ni restos de accidente alguno. Su ojo volvía a tener el mismo color que el otro, del azul del mar que navegara.
¿Y su pierna?. Se puso a caminar y vio que su rodilla volvía a su sitio si la doblaba.

¿Qué era aquello que la sorprendió en sus sueños, que le había susurrado?

miércoles, 30 de junio de 2010

Ella

- Cuéntame ese cuento ¡porfa porfa!-
- ¿Cuál, el de la pirata coja y tuerta?- Si, estaba claro, no se ni por qué pregunté. Siempre el mismo cuento.

Hace mucho tiempo, en uno de los mares de la tierra de los siete nombres, navegaba un barco pirata. El barco más hermoso que te puedas imaginar. Era grande, preparado para la batalla con cañones adornados en oro. Era de madera de ébano y su proa estaba presidida por una sirena tan perfecta, que la tripulación era capaz de caer presa de sus encantos y eso que era simple madera.

Los hombres que allí navegaban, eran ladrones y borrachos, pero los ladrones y los borrachos con mejor reputación de la tierra de los siete nombres.
No todos allí eran hombres. Allí quien gobernaba era ella. La pirata coja y tuerta.

La pirata coja y tuerta no tenía nombre, era Ella. Así la conocían todos. La respetaban y jamas se les ocurrió tocarla entre otras porque estaba maldita, o eso decían. Ella, maldita por el mar que le negó la oportunidad de conocer a un amor, porque aunque coja y tuerta, Ella era aun más hermosa si cabe que la sirena de su proa.
Tenía la piel blanca como la luna y moteada con pecas que dibujaban mapas en su piel. Tenía su único ojo sano del color del mar que navegara. Sus labios siempre fruncidos querían disimular su agradable sonrisa que ya casi era un mito pues muy pocos habían logrado verla.

Ella mandaba, pero dejaba total libertad a sus hombres para tomar decisiones, siempre que no se levantaran contra ella claro, en ese caso serían ahorcados desde el palo mayor.
Amaba el mar aunque era su maldición, pero era lo único que conocía. Ella jamás piso tierra firme. Cuando sus hombres bajaban a tierra a por provisiones y a sus vicios, Ella se encerraba en su camarote, no quería que nadie la viera coja y tuerta, aunque todos conocían su desdicha.

-Vaya, ya estás dormida. Otro día te contaré el final del cuento de la pirata coja y tuerta.

sábado, 26 de junio de 2010

Empieza.

El día llegó y las tropas estaban preparadas. Todos menos yo tenían claro el objetivo, después de todo, los demás sabían por lo que luchaban. Yo ya no sabía nada.
Yo que me había encontrado un adversario en el camino dispuesto a luchar contra sí mismo. Esto me hizo pensar. ¿Qué hago aquí?, ¿Por qué he de derramar sangre inocente?. Por pura venganza me dije. Derramaré sangre ajena para aliviar mi dolor.

Mis hombres con sus túnicas blancas y sus cotas de maya hechas de plata, brillaban bajo los últimos destellos de la luna, nuestra Señora.
Los caballos, nerviosos cabeceaban y frotaban sus cascos contra la hierba. Olían el miedo, el dolor, la miseria.

Allí estaba él, haciendo lo mismo que yo. Contemplar a sus hombres, medir sus fuerzas.
Solo nos separaban cuarenta trancos al galope.

La sola imagen en mi mente de mi puñal degollándolo, viendo caer la sangre por su cuello y por mis manos y bebérmela para así, llenarme de su poder, hacía que me sintiera mejor.
No podía perdonar.

El cuervo voló.
Mis hombres hicieron tocar sus trompetas que sonaron a muerte y allí estaba, el primer rayo de luz verde apareció en el horizonte. Era la hora. La hora de demostrarle yo era más fuerte de lo que él creía.

Los arqueros reaccionaron a mi señal. Tensaron las cuerdas con sus flechas impregnadas del veneno de sus corazones.

-¡LUCHAD! ¡LUCHAD HASTA LA MUERTE!

jueves, 17 de junio de 2010

Preparaos

-CORRE! SOLO CORRE Y NO MIRES HACIA ATRÁS!

Eso hice.Corrí tan rápido como pude y ni una sola vez se me ocurrió volver la cabeza.
Así es como huí de aquel oscuro lugar que me atormentaba de día y de noche. Aun hoy tengo pesadillas con ese sitio pero los días pasan y los recuerdos cada vez son más difusos.

Ahora solo pienso en la lucha que está por venir.
El Día se acerca y tengo que tener a mis hombres preparados. Nada debe salir mal, un solo error y todo puede irse a pique. Hay que luchar, todas las criaturas han de rendirse ante su soberana y llevaré la palabra venganza grabada a fuego en mi sangre.

Él ha de sufrir como hizo sufrir a los míos, como me hizo sufrir a mi.
Veré el miedo en sus ojos y suplicará clemencia pero no habrá clemencia para aquel que me traicionó. Sus hombres morirán y sus cuerpos secados al sol serán pasto de bestias y alimañas que saciarán sus almas hambrientas. Los cuervos se comerán sus ojos y todo lo verán. Porque está escrito que quién cargó con el yugo gozará del placer de la venganza y gobernará a todos, a sus semejantes y a quienes le hicieron cargar con el yugo.

La venganza está cerca. Ya llegó la hora de la sublevación.

martes, 25 de mayo de 2010

23

- ¡ Irene, te he dicho que no te pongas al sol que te quemas!

Me da igual, el calor ha llegado y por primera vez en mucho tiempo, me llevo bien con el sol y eso que el muy asqueroso en dos minutos me ha dejado los hombros como tomates.
Ummm sol y aire, la pareja perfecta para mi estado de ánimo.
Ahí sigue mi madre refunfuñando como de costumbre y yo para no variar hago que me entre por un oído y me salga por el otro.

Me pongo el mp3 y sigo pensando en mis cosas. Hace cinco meses tal día como hoy, habría sido capaz de estrangular al que No Debe Ser Nombrado, ahora es un simple recuerdo, bonito y doloroso pero recuerdo al fin y al cabo.
La herida ya no sangra, tan solo supura de vez en cuando y si veo que se abre, sigo mi instinto animal y la lamo para que cicatrice más rápido.

Me viene a la cabeza una estrofa de Neruda; "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Que razón tiene.
No sé si él seguirá siendo el mismo o no, a quién le importa eso ahora. Solo sé que yo soy diferente, más yo. Que miro por mi antes que por los demás. Puede sonar egoísta pero es así.
Si no encuentro mi felicidad no entiendo cómo hacer felices a los demás.

Recuerdos, vivimos de recuerdos de manera que no podamos cometer nuevamente los errores del pasado. ¿Amar es un error?, creo que mi único error ha sido no vivir lo que estoy viviendo ahora antes de haber probado lo que es el amor.

Ahora todo es diferente,me levanto por las mañanas pensando lo maravillosa que fue la noche anterior y lo extraordinaria que puede ser la siguiente.
Se puede ser feliz sin amar. Se puede ser feliz deseando a alguien, imaginando su piel contra la tuya, sus manos que te acarician, que te buscan y que por supuesto te encuentran.

Mi vida esta llena de esos deseos,me encanta que me provoquen y que día a día, gracias a esas provocaciones, él no sea más que eso, un recuerdo, un dulce recuerdo de alguien por quien hiciste todo a la vez; amar, querer y desear.

Me gusta que el deseo no necesite llevarse bien con el amor.
Me gusta que el deseo sea un secreto de dos, que se haga a escondidas y que se pueda guardar en palabras que esconden más de lo que enseñan y que los que viven ese deseo conmigo puedan entenderlas.

lunes, 24 de mayo de 2010

que no me mires

¿Qué pasa?

nada.

Pues no me mires así.

Así como.

Pues así, no sé. QUE NO ME MIRES QUE ME PONES NERVIOSA.

Que te pongo nerviosa... ¿por qué?

No lo sé pero deja de mirarme con esos ojos.

Acércate y dejo de mirarte.

lunes, 17 de mayo de 2010

Rózame...

Nos miramos, nos deseamos y sabemos que las palabras son prescindibles en este encuentro. Nos acercamos y me roza con sus suaves y delicados dedos los labios, que me tiemblan sin poder evitarlo, yo ya he estado en esta situación pero tiene algo de diferente.
No puedo más, me lanzaría a su cuello sin pensarlo pero se que eso no es posible.
Me tranquiliza con un susurro al oído, -shhh! relájate.
Y eso hago, me dejo llevar. Sus dedos, aun en mis labios, empiezan a bajar por mi cuello y no hacen por detenerse.

Empieza a quitarme la ropa, me toca los pechos despacio pero con pasión y fuerza. Siento dolor y eso me gusta. Me pellizca los pezones, Dios cómo me pone!.
Noto que me mira y se ríe, se que ya no parará hasta terminar.

Mientras juguetea con mis pezones duros por la excitación, con la mano libre me agarra fuerte el pelo y tira hacia atrás, solo rezo porque este momento no termine nunca.

Se da cuenta de que mi éxtasis llega a su cumbre y sin previo aviso mete sus dedos húmedos por su propia saliva en lo más profundo de mi ser, empuja sin miramientos; uno, dos, tres dedos. No puedo resistirlo más. Se que no puedo gritar y me tapo la boca pero no sirve de nada, creo que me voy a correr, no puedo evitarlo y encima ahora vuelve a mis pechos. ¡Oh Dios! no puedo más, si ahí está, un gozo sobrehumano recorre cada centímetro de mi cuerpo.
Siento el placer desde los dedos de los pies hasta la punta del último pelo de mi cabeza.

Sonrío satisfecha y me miro en el espejo. Si, es verdad, estoy sola.

domingo, 2 de mayo de 2010

Con reproches a mi. JA

Cuidado!!
Me arañas con tus palabras malditas, malditas como quien las pronuncia que parece que solo tiene sapos en la boca. Venenosas y malditas, ¿qué más quieres?
Desde luego lo tienes todo guapa, eres pesada a la par que elegante.
Nada te peta, nunca llueve a tu gusto.

Niña mal criada... Un par de azotes es lo que a ti te hace falta. Si! un par de azotes, no me mires así.
Encima todo te sale bien. Claro, hundiendo la vida de los que te rodean, saltando por encima de sus cabezas para que nadie se atreva a rechistar. ¡Pues te jodes! que yo lo he hecho y lo haré tantas veces como sea necesario.

No me vengas con reproches que nos conocemos, si te gusta bien y si no pues mira, mejor para mi.

lunes, 26 de abril de 2010

pinceles para todos

Pinceles que se deslizan suaves, rozan con sus pelos la tela de mi lienzo aun en blanco.
Crean formas aun inexsistentes. Inventan un mundo de sensaciones que harán suspirar de emoción a quien lo mire.
Pinceles subordinados por una mano autoritaria que les dirá por dónde han de ir, qué camino recorrer, que color deben extender.
Pinceles que marcan el camino y que muchas veces lo tendrán que corregir.

Los hay grandes, pequeños, redondos, planos pero pinceles al fin y al cabo. Los hay duros y los hay blandos, pero todos con el mismo fin, pintar los sueños que corretean por tu linda cabezota.

Yo pinto con pinceles que dibujen tu sonrisa.

martes, 16 de marzo de 2010

eh!! despierta!!

-¡Abre los ojos!-
Desperté sobresaltada sin saber muy bien qué ocurría.
Si, seguía allí, en ese lugar.
Todo verde, luces bonitas y agradables sonidos del viento. Pero estaba asustada, empezaba a extrañar el ruido de los coches, mi madre gritando que recoja la habitación...
¿dónde estaba?
Como leyendo mis pensamientos una voz que sonaba más dentro de mi que fuera me respondió; -¿qué pasa Irene, no conoces este lugar? tú lo creaste-

Me di cuenta de repente de que conocía aquel sitio, solo había estado una vez y todo seguía igual.
El sol colándose por entre los árboles me acariciaba mis mejillas, la hierba aun húmeda jugueteaba con mis dedos y de pronto... Si! allí estaba, mi columpio, mi columpio colgado a la sombra de aquel árbol que tantos secretos guardaba. Sentí unas ganas tremendas de subir a el pero cuando me quise levantar mi cuerpo no respondía.

La voz me habló.
-Pero que tonta eres!, no te das cuenta que estás muerta? -

miércoles, 17 de febrero de 2010

O sole mio...

Soles de primavera. Si soles en plural porque los soles de primavera son todos diferentes, como yo; un día contenta, dos triste y tres feliz.

El sol que más brilla no siempre es el que más calienta y no toda la lluvia moja.
No hay nada mejor que una tormenta de primavera y después una pizca de sol para ver como salimos los caracoles de nuestro escondite.
Bueno, nada mejor? Quizá si. Quizá subiéndome a las copas de los árboles pueda encontrar ese algo mejor.

martes, 16 de febrero de 2010

Y se hizo realidad...

el café está aun caliente.
Leo las ultimas noticias del periódico mientras el gato ronronea bajo mis pies.
Hoy es 30 de febrero y aunque parezca extraño es un día como otro cualquiera.
Cierro el periódoco despues de leer las críticas de cine y miro por la ventana (el día parece perfecto no ha dejado de llover en toda la noche)mientras suelto el humo del último cigarro del último paquete que me queda, luego bajaré al estanco a por más.
Triski,mi gato,me pide insistentemente que le rasque detrás de las orejas y esto por gracioso que pueda parecer, hace que recuerde a una persona del pasado, una persona de mí pasado.

Recuerdo aquellos detalles que hacían que la vida pareciese maravillosa; sus besos en la frente,sus caricias por la espalda,sus ojos diciéndome a gritos que me quería.
Fue el principio de la verdadera historia de mi vida.

Apago mi cigarro que como mis recuerdos tiene un sabor amargo y pegajoso pero a la vez dulce y tranquilizador.
Triski ya se ha cansado de mis caricias como yo de mis recuerdos y como si se me fuese la vida en levantarme del sillón me acerco a la ventana para ver a la gente que corre con sus paraguas de un lado para otro sin pararse a mirar la vida que dejan atrás.

cojo mi taza.el café está aun caliente.