martes, 25 de mayo de 2010

23

- ¡ Irene, te he dicho que no te pongas al sol que te quemas!

Me da igual, el calor ha llegado y por primera vez en mucho tiempo, me llevo bien con el sol y eso que el muy asqueroso en dos minutos me ha dejado los hombros como tomates.
Ummm sol y aire, la pareja perfecta para mi estado de ánimo.
Ahí sigue mi madre refunfuñando como de costumbre y yo para no variar hago que me entre por un oído y me salga por el otro.

Me pongo el mp3 y sigo pensando en mis cosas. Hace cinco meses tal día como hoy, habría sido capaz de estrangular al que No Debe Ser Nombrado, ahora es un simple recuerdo, bonito y doloroso pero recuerdo al fin y al cabo.
La herida ya no sangra, tan solo supura de vez en cuando y si veo que se abre, sigo mi instinto animal y la lamo para que cicatrice más rápido.

Me viene a la cabeza una estrofa de Neruda; "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Que razón tiene.
No sé si él seguirá siendo el mismo o no, a quién le importa eso ahora. Solo sé que yo soy diferente, más yo. Que miro por mi antes que por los demás. Puede sonar egoísta pero es así.
Si no encuentro mi felicidad no entiendo cómo hacer felices a los demás.

Recuerdos, vivimos de recuerdos de manera que no podamos cometer nuevamente los errores del pasado. ¿Amar es un error?, creo que mi único error ha sido no vivir lo que estoy viviendo ahora antes de haber probado lo que es el amor.

Ahora todo es diferente,me levanto por las mañanas pensando lo maravillosa que fue la noche anterior y lo extraordinaria que puede ser la siguiente.
Se puede ser feliz sin amar. Se puede ser feliz deseando a alguien, imaginando su piel contra la tuya, sus manos que te acarician, que te buscan y que por supuesto te encuentran.

Mi vida esta llena de esos deseos,me encanta que me provoquen y que día a día, gracias a esas provocaciones, él no sea más que eso, un recuerdo, un dulce recuerdo de alguien por quien hiciste todo a la vez; amar, querer y desear.

Me gusta que el deseo no necesite llevarse bien con el amor.
Me gusta que el deseo sea un secreto de dos, que se haga a escondidas y que se pueda guardar en palabras que esconden más de lo que enseñan y que los que viven ese deseo conmigo puedan entenderlas.

lunes, 24 de mayo de 2010

que no me mires

¿Qué pasa?

nada.

Pues no me mires así.

Así como.

Pues así, no sé. QUE NO ME MIRES QUE ME PONES NERVIOSA.

Que te pongo nerviosa... ¿por qué?

No lo sé pero deja de mirarme con esos ojos.

Acércate y dejo de mirarte.

lunes, 17 de mayo de 2010

Rózame...

Nos miramos, nos deseamos y sabemos que las palabras son prescindibles en este encuentro. Nos acercamos y me roza con sus suaves y delicados dedos los labios, que me tiemblan sin poder evitarlo, yo ya he estado en esta situación pero tiene algo de diferente.
No puedo más, me lanzaría a su cuello sin pensarlo pero se que eso no es posible.
Me tranquiliza con un susurro al oído, -shhh! relájate.
Y eso hago, me dejo llevar. Sus dedos, aun en mis labios, empiezan a bajar por mi cuello y no hacen por detenerse.

Empieza a quitarme la ropa, me toca los pechos despacio pero con pasión y fuerza. Siento dolor y eso me gusta. Me pellizca los pezones, Dios cómo me pone!.
Noto que me mira y se ríe, se que ya no parará hasta terminar.

Mientras juguetea con mis pezones duros por la excitación, con la mano libre me agarra fuerte el pelo y tira hacia atrás, solo rezo porque este momento no termine nunca.

Se da cuenta de que mi éxtasis llega a su cumbre y sin previo aviso mete sus dedos húmedos por su propia saliva en lo más profundo de mi ser, empuja sin miramientos; uno, dos, tres dedos. No puedo resistirlo más. Se que no puedo gritar y me tapo la boca pero no sirve de nada, creo que me voy a correr, no puedo evitarlo y encima ahora vuelve a mis pechos. ¡Oh Dios! no puedo más, si ahí está, un gozo sobrehumano recorre cada centímetro de mi cuerpo.
Siento el placer desde los dedos de los pies hasta la punta del último pelo de mi cabeza.

Sonrío satisfecha y me miro en el espejo. Si, es verdad, estoy sola.

domingo, 2 de mayo de 2010

Con reproches a mi. JA

Cuidado!!
Me arañas con tus palabras malditas, malditas como quien las pronuncia que parece que solo tiene sapos en la boca. Venenosas y malditas, ¿qué más quieres?
Desde luego lo tienes todo guapa, eres pesada a la par que elegante.
Nada te peta, nunca llueve a tu gusto.

Niña mal criada... Un par de azotes es lo que a ti te hace falta. Si! un par de azotes, no me mires así.
Encima todo te sale bien. Claro, hundiendo la vida de los que te rodean, saltando por encima de sus cabezas para que nadie se atreva a rechistar. ¡Pues te jodes! que yo lo he hecho y lo haré tantas veces como sea necesario.

No me vengas con reproches que nos conocemos, si te gusta bien y si no pues mira, mejor para mi.