domingo, 29 de agosto de 2010

"quien espera, desespera"

Noche cerrada y frío helador. Un silencio, tan solo roto por el silbar del aire entre las ramas.
Siente como poco a poco, con cada bocanada de aire, sus huesos se congelan.
Está solo, es capaz de sentir como su corazón, si es que alguna vez creyó tenerlo, late cada vez mas lento.

“resiste” escucha dentro de su cabeza, pero el dolor y el cansancio son más fuertes. Solo piensa en dormir, en no despertar y descansar para siempre, pero la luna le llama y mirándola con sus ojos casi apagados por la derrota, entiende que ella está allí, que aguarda su llegada.

Sin saber cómo, consigue ponerse en pie y caminando contra el viento, emprende de nuevo la marcha, andando hacia ningún lugar y solo con ella en sus pensamientos.

Sabe que tiene que seguir, que si lucha puede ganar y que si el camino es duro, la recompensa será grande. Se lo decían los Mayores y algún día tendrá que contarlo él.

Pero por más que se dé ánimos, sabe que no es fácil y que antes de llegar a su destino caerá y sobre su caída volverá a caer.

Ni la idea de volver atrás, ni el abrazo dulce de la muerte harán que se rinda. Está claro que luchará, que hará lo posible por conseguir lo que desde el primer día de su vida quiere solo para sí. Estaría dispuesto a dar la vida en el intento si fuera necesario.

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Silencio, se pinta.